Cóctel de algarrobina

El cóctel de algarrobina: dulce tradición peruana

El cóctel de algarrobina es una de esas joyas de la coctelería peruana que, aunque no tan conocida internacionalmente como el pisco sour, ocupa un lugar especial en la cultura y el paladar nacional. Su sabor dulce, textura cremosa y su historia ligada a la costa norte del país lo convierten en una bebida con identidad propia. Es frecuente en celebraciones familiares, bodas y eventos formales, y cada vez gana más presencia en bares y restaurantes de cocina criolla.

Origen y evolución histórica

El origen del cóctel de algarrobina se remonta a la época virreinal, específicamente al siglo XVII. Se cree que en los conventos jesuitas ubicados al este de Chiclayo, los monjes preparaban un ponche a base de vino, huevo y azúcar, una bebida reconfortante que servía tanto para eventos religiosos como para consumo cotidiano.

Con el tiempo, esta preparación conventual fue adaptada por los pobladores de los distritos de Pomalca y Cayaltí, quienes le añadieron aguardiente de caña o “yonque”, intensificando su carácter alcohólico. La algarrobina, un jarabe oscuro y espeso elaborado a partir del fruto del algarrobo (Prosopis pallida), se sumó posteriormente a la receta, aportando dulzor, cuerpo y valor nutricional.

Durante el siglo XX, el ron reemplazó al yonque y, finalmente, el pisco se consolidó como el destilado predilecto para esta bebida, especialmente a partir de los años 40 y 50, cuando el cóctel de algarrobina empezó a ganar popularidad en Lima y en el norte del país. Fue concebido como una alternativa dulce, suave y elegante al tradicional pisco sour, pensado para quienes preferían sabores más delicados o menos ácidos.

Ingrediente estrella: la algarrobina

La algarrobina es el alma de este cóctel. Se trata de un jarabe natural derivado de la vaina del algarrobo, árbol que crece principalmente en las regiones costeras y áridas del norte peruano. El fruto del algarrobo es molido y cocido lentamente hasta obtener un extracto espeso de color oscuro, con sabor que recuerda a la melaza, al caramelo tostado e incluso al cacao.

Además de su sabor distintivo, la algarrobina es altamente nutritiva: es fuente de hierro, calcio, antioxidantes y carbohidratos naturales. Por ello, su uso no se limita al cóctel: en la gastronomía peruana también se encuentra en batidos, postres, panes y otras bebidas tradicionales.

La receta: equilibrio y tradición

Ideal como digestivo o como acompañamiento en celebraciones. Algunas versiones modernas incorporan hielo, crema de leche o incluso claras batidas, pero la esencia del cóctel permanece fiel a sus raíces.

Zonas emblemáticas de consumo

El cóctel de algarrobina es especialmente popular en las regiones del norte del Perú. La receta clásica del cóctel de algarrobina combina pisco, leche evaporada, jarabe de algarrobina, yema de huevo, azúcar y canela molida. Estos ingredientes se licúan hasta obtener una mezcla homogénea y espumosa, que luego se sirve en copas previamente enfriadas. En promedio, cada porción contiene una y media onzas de pisco, lo que le da un toque alcohólico sutil, sin opacar los sabores dulces y tostados del resto de los ingredientes.

El resultado es una bebida de sabor suave, textura aterciopelada y aroma especiado, ie el algarrobo forma parte del paisaje y la identidad cultural. En Piura, por ejemplo, es habitual encontrarlo en ferias gastronómicas, fiestas patronales y celebraciones familiares. La región es una de las principales productoras de algarrobina en el país, y su uso en la cocina local está muy arraigado.

En Lambayeque, y particularmente en Chiclayo, esta bebida también tiene un lugar privilegiado, tanto en bares de comida criolla como en eventos formales. No es casualidad que cada 15 de marzo se celebre el Día del Cóctel de Algarrobina, con concursos, talleres y actividades culturales en ciudades como Catacaos, Piura y Chiclayo, que promueven su preparación artesanal.

Otras regiones como Ica, conocida por ser la cuna del mejor pisco peruano, han adoptado esta bebida como parte de su carta coctelera, aprovechando la calidad de sus destilados. En Lima, aunque la algarrobina no se produce localmente, el cóctel es habitual en bodas, cenas de gala y festividades patrias. Incluso en Arequipa, donde predominan las picanterías y la cocina tradicional, es común encontrarlo en cafeterías y bares modernos que buscan reinterpretar recetas clásicas con toques regionales.

El pisco: espíritu nacional

El pisco es un componente esencial del cóctel de algarrobina, y aporta elegancia y carácter. Este destilado, reconocido internacionalmente como la bebida bandera del Perú, tiene su principal zona de producción en Ica, región que en 2023 exportó más de 1.5 millones de litros, de un total nacional de 2.5 millones.

Actualmente, los principales mercados de exportación del pisco peruano incluyen Estados Unidos, España, Chile, Francia, Alemania y Japón. El crecimiento de la coctelería peruana a nivel internacional ha permitido que bebidas como el cóctel de algarrobina comiencen a abrirse paso fuera del país, aunque aún de forma discreta.

Una bebida con identidad

El cóctel de algarrobina no solo representa una deliciosa opción dentro del repertorio coctelero peruano, sino que también es un símbolo de tradición, adaptación e identidad cultural. Desde sus raíces conventuales hasta su presencia en los bares contemporáneos, esta bebida ha sabido mantenerse vigente gracias a su sabor único y a su conexión con los ingredientes y costumbres del norte del Perú.

Ya sea como digestivo, como parte de un brindis especial o como protagonista de una celebración, el cóctel de algarrobina continúa deleitando paladares y reforzando el valor de la herencia culinaria peruana.

RECETA

Ingredientes

1 taza de leche (se recomienda evaporada

1 taza de pisco

½ taza de jarabe de algarrobina

2 huevos

4 cubos de hielo

Azúcar al gusto

Canela molida

Preparación

Batir el huevo en la licuadora e ir agregando: la leche evaporada, el jarabe de algarrobina, los cubos de hielo, el pisco, y el azúcar al gusto. Servir en vasos pequeños o copas como aperitivo, espolvoreando con canela molida.

FUENTE

PERU TRAVEL